ENSEÑAR A COMER ES ENSEÑAR A CRECER


«Esta entrada participa en la 1ª Edición del Carnaval de Nutrición»

Parece tarea fácil pero no lo es. Para empezar el “educador”, la mayoría son los padres, deben tener bien aprendida la lección. Los padres son los guías de la educación de sus hijos y tienen que tener en cuenta que los pequeños son la  viva réplica de ellos mismos, es decir, harán y adquirirán las actitudes y costumbres que vean de los mayores.

¿Qué quiero decir con esto? Pues que hay que hacer un esfuerzo diario y ser constante para que los niños en casa adquieran costumbres, eduquen su paladar y aprendan a comer y crecer como es debido. Los niños y los adultos necesitamos unos, hábitos y unos horarios para conseguir llevar una vida plena y saludable. Y para hacer todo esto, ¿por donde empezamos?

–          Poner unas Normas Básicas:

Es muy importante que toda la familia se implique y que se pongan unas normas a la hora de comer, haciendo partícipes a los pequeños y no tan pequeños, de poner la mesa, ayudar en la cocina, lavarse las manos  y recoger después de comer. Hay que establecer unos horarios en las comidas, principalmente los desayunos, comidas y cenas como punto de reunión de toda la familia. En el caso de las medias mañanas y meriendas es más difícil que las hagan en casa, ya que los niños suelen tener actividades extraescolares y los padres les es imposible por sus tareas laborales pero eso no quita que se tenga que olvidar esas horas para tomar un pequeño sándwich, una fruta o yogur.

Image–          Descubriendo Nuevos Alimentos:

Es imprescindible que desde muy pequeños los padres les vayan introduciendo todo tipo de alimentos, desde  todo tipo de verduras a carnes y pescados, pasando por todas las frutas y hortalizas que tengamos a nuestro alcance, dese el punto de vista económico. También entra el juego de cómo cocinemos esos alimentos. Puede  ser que de un modo cocinado o preparado no guste tanto que de otro modo. Es ahí donde vamos a ir descubriendo el gusto de nuestros hijos y lo podremos ir educando y moldeando sin llegar a dar siempre lo que el niño nos pide. Hay que insistir en que que prueben nuevas recetas, porqué es posible que por el aspecto o  color no les guste pero una vez en el paladar se pueden llevar una sorpresa y voilá! De ahí en adelante tendremos más abierto el camino hacia su correcta educación alimentaria.

–          Los Días Especiales

Cuando llegan esos días de celebraciones, o llega el fin de semana, la alimentación puede ser un poco más especial que el resto de la semana. Es bueno introducirles alimentos más agradables para ellos, como son los dulces o beber un refresco durante  la comida, pero deben aprender a diferenciar esos días con la rutina diaria y deben ser conscientes que hay alimentos y bebidas (refrescos con/sin azúcar y gas) que no se deben consumir con frecuencia, sino reservarlos para los domingos, los cumpleaños, días de celebración con la familia…De este modo disfrutarán y darán más valor a ese plato, alimento y/o bebida tan deseada para ellos.

–          Implicarlos en la CocinaImage

Este debería ser uno de los puntos más importantes para ir recorriendo el camino al éxito de una buena educación alimentaria.

Pedir a los niños  que nos  ayuden en la cocina, motivarles a que nos hagan propuestas de que les gustaría cocinar, enseñarles los ingredientes que tenemos y que los prueben a medida que están manipulándolos puede ser una buena forma de familiarizarse con  los alimentos y que pierdan los miedos y “ascos” hacia ciertos alimentos que les puedan resultar menos atractivos a la vista. Otra manera de que coman con más ilusión un plato, es que lo hayan preparado ellos mismos y lo hayan decorado como más les guste proporcionándoles siempre unos alimentos donde se incluyan verduras, hortalizas y frutas (donde podemos encontrar gran variedad de colores y formas para  decorar su plato).

–          ¿Comida como premio?

Personalmente yo no soy partidaria de premiar a los niños con comida, ya que podríamos desatar una adicción o crearles nuevas tentaciones que luego de mayores acudirán a ello como modo de “calmante” para  momentos de estrés o ansiedad o por pura gula.  La mejor manera de premiarlos seria llevarlos de viaje, a ver lugares distintos, hacer excursiones… pero que la comida no sea el punto de mira.

Finalmente acabar con este post animando a todos los padres y madres a poner en práctica estos puntos y que puedan motivar a los pequeños de la casa a descubrir este nuevo mundo de la alimentación sea divertida y saludable y no olvidar que el niño no nace con un “chip” que le diga que lo más rico es comer hamburguesas, chocolatinas y beber refrescos, eso lo inculcamos nosotros y la sociedad al completo con la ayuda de las campañas de marketing. ¿O es que no pueden ser un manjar unas lentejas y una ensalada de frutas? En nuestra mano está cambiarlo.

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2 comentarios el “ENSEÑAR A COMER ES ENSEÑAR A CRECER

  1. […] PellizcosNutritivos: “Enseñar a comer es enseñar a crecer“ […]

  2. […] de nuestras actuaciones como transmisores de información de forma inconsciente, tal y como hace Pellizcos Nutritivos, que resalta que los hijos son la viva réplica de los padres. No sólo recae este responsabilidad […]

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